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CASSETTE 8

Conversaciones Telepáticas Del Primogénito.

Escuchar La voz del divino enviado lado A

Alfa y Omega: La Revelación de Dios no necesita propaganda como hacen los hombres con sus formas de fe, lo de Dios se extiende igual crean o no crean, porque no tiene límite, va comprendiendo este punto; es por eso que yo nunca discuto con los seres, no tengo tiempo, porque se mandó a atender al Eterno por sobre todas las cosas.
Hermano: Pero yo considero que estando usted en un nivel muy superior ¿no?, eh… va a encontrar gente que siguen totalmente ignorantes; de acuerdo a lo que usted sabe, esa ignorancia va a llevarlo a usted a contestar un sin número de preguntas ¿no?, para ganar esa gente, para darles cultura a esa gente.
Alfa y Omega: No, tenían toda la vida para estudiar lo de Dios, además son adultos y son grandecitos, aquí no se ruega a nadie, pero se da oportunidad; el Eterno no ruega a sus hijos; cuando manda Revelaciones da oportunidad pero no ruega.
Hna. No, él no se refiere a rogar él se refiere a información más amplia
Alfa y Omega: Sí, pero no en el sentido de la psicología humana; no, aquí el que cree, cree, sino que siga su camino, eso se llama libre albedrío pedido a Dios; entonces, el Padre dice: En la prueba de la vida que pidieron los seres humanos, pidieron un Evangelio, la Revelación que da el Eterno, es el mismo que dio en el Evangelio, todo sale de un mismo Dios nomás; por eso que esto no se contradice en nada, aunque haya diferencias en siglos entre el Evangelio que mandó el Eterno y la Revelación que manda; entonces, yo siempre me he tocado con una cosa, que los seres humanos no se saben lo de Dios, como fue mandado, caen en grandes ignorancias voluntarias; esa extraña ignorancia se paga por segundos en el Juicio, del tiempo que duró la ignorancia; toda ignorancia en lo de Dios tiene que calcular los segundos en que fue ignorante; en la prueba de la vida había que saberse el Evangelio de Dios dentro de la individualidad; entonces el Padre enseña lo siguiente: En el sistema de vida del oro creado por los hombres, hubieron dos clases de fe en la criatura, ineludibles: La fe individual, la que sale de uno… la búsqueda de uno la que cuesta, sincera ante Dios; y la fe por imitación o religiosa; la fe individual recibe premio completo, segundo por segundo, letra por letra, la fe religiosa o por imitación, recibe premio dividido, en vez de recibir todo el premio recibe chiquitito; la búsqueda religiosa se divide por el número de religiones que hubo en el mundo, por eso se escribió en el Evangelio: solo satanás divide.
Hno. Una pregunta eh… ¿cómo interpreta usted la fe que los católicos brindamos a los santos?; en muchos casos conozco y he visto mucha gente, que la fe hacia un santo es mucho más grande, mucho más extensa muchas veces que la fe que se comunica a Dios.
Alfa y Omega: Es una injusticia, porque…
Hno. Es un error de la iglesia
Alfa y Omega: Sí, los santos son hijos de Dios, como somos nosotros
Hna. Sólo que están siendo venerados
Alfa y Omega: Sí; entonces, justamente eh… los santos —dice el Padre—, son seres que dan ejemplo dentro de las leyes humanas y nada más; el que adoró a santos dividió su fe hacia Dios; en vez de recibir su premio completo de fe en puntaje celestial completo, recibe dividido o nada; y todo santo se avergüenza en el cosmos, cuando sabe que en el lejano planeta donde estuvo, se le adora más a él que al Eterno… si Dios es único; para que no cayera en este extraño error de fe, es que el Eterno le escribió en el Evangelio: Adorarás a tu Dios Señor y Creador por sobre todas las cosas, por sobre todo santo.
Hna. ¿Hay vida en otros planetas?
Alfa y Omega: Sí, en esa pregunta hay una cierta duda de límite a Dios y si no tiene límite Dios, quiere decir que todo está habitado, sus seres no tienen límites; y para que no cayera en esos límites es que se escribió: Lo de arriba es igual a lo de abajo, si acá hay vida, arriba también hay vida.
Hna. Y ¿qué hay después de la muerte?
Alfa y Omega: Después de la muerte, vienen nacimientos que el espíritu pide en la eternidad; es por eso que fue escrito: Todo espíritu nace de nuevo, para conocer vida nueva.
Hna. Se refiere a la reencarnación.
Alfa y Omega: Sí, es lo mismo, porque una ley —dice el Padre— se expresa de muchas formas y es la misma ley; el Eterno le ofrece a sus hijos tantas vidas como sus hijos le pidan, porque lo de Él no tiene límite; el que defendió en la vida que había una vida y no hay más, será complacido —dice el Padre—, porque no conocerá más vidas; el Eterno es el primero en respetar el libre albedrío de sus hijos; esto hace llorar a millones de seres, porque más vale tener infinitas vidas a tener una sola, no ve que uno se asegura las vidas por la fe.
Hna. Y dígame, según la Biblia, llegado un determinado momento se acaba el mundo ¿no?, osea la vida… en el planeta Tierra.
Alfa y Omega: Sí.
Hna. ¿Y qué es lo viene después?
Alfa y Omega: Ah… lo que usted está preguntando es el fin físico de la Tierra…
Hna. Claro, le dije que una determinada cantidad de años más…
Alfa y Omega: No, el Juicio Final —dice el Padre— es la caída de un extraño sistema de vida, no escrito en el Reino de los Cielos.
Hna. ¿Cómo la caída?
Alfa y Omega: Del sistema de vida; esto es prueba de vida nomás, nadie esta seguro en la vida humana que pidió, nadie, porque hay un Juicio.
Alfa y Omega: El fin del planeta sólo lo sabe el divino libre albedrío de Dios, son designios de Él; lo que el hombre sabe es que hay un Juicio, eso no cabe la menor duda; pero el Juicio —dice el Padre— no es el fin del planeta, porque Él no destruye su obra, no tiene necesidad de destruirla, es infinito; Él transforma los planetas con Doctrinas, con su palabra viviente; tal como lo hizo en el pasado con la Ley Mosaica y siglos después con la Doctrina Cristiana, ahora vuelve a hacer lo mismo. El Eterno no necesita usar de la fuerza para cambiar a sus criaturas como hacen los hombres; entonces, en la prueba de la vida —dice el Padre—, había que saber distinguir lo que era el divino Evangelio salido del libre albedrío de Dios, y lo que eran las formas de fe salida del libre albedrío humano, por eso se escribió: Lo que es de Dios, es de Dios, y lo que es de los hombres es de los hombres; y además los seres tienen responsabilidades de sus actos, lo hacen con conocimiento de causa.
Hno. Una pregunta: yo nunca le he encontrado… una respuesta lógica a la muerte de los niños.
Alfa y Omega: ¡Ah!, la muerte de los niños —dice el Padre— corresponde a los pedidos de los libres albedríos espirituales, porque la vida fue dada sensación por sensación, molécula por molécula, los pedidos de los espíritus igual.
Hna. Pero, ¿Un espíritu va a pedir nacer y morir?
Alfa y Omega: Sí, porque no conoce tal sensación.
Hna. Entonces pide probar sensaciones. ¿Osea es por eso que nace y muere?
Alfa y Omega: Justamente, parte pidiendo vida a Dios con la más grande inocencia que la mente pueda imaginar, por eso se dice: la prueba de la vida; pero la prueba de la vida está hasta en lo más microscópico que la mente pueda imaginar.
Hno. Qué explicación encontramos hacia los años de vida de gente de 90,100 y 110 años.
Alfa y Omega: Eso se llama relatividad en los pedidos de vida.
Hno. ¿En qué consiste vivir más?
Alfa y Omega: Eh… sencillamente conocer más, porque no se conoce lo que es el más ante Dios; los espíritus le dicen Al Eterno: Padre Jehova, ¿que es la muerte?, como tu sabes desconocemos la sensación de la muerte; la muerte —les dice el Eterno a los espíritus pensantes—, es una transformación, porque la muerte se pide porque no se conoce; la muerte no existe en el Reino de Dios, allí todos son niños eternos, nadie muere; el Eterno le dice: como lo mío —hijo—, no tiene límites, qué clase y característica de muerte queréis, queréis muerte por desaparición de ese planeta, muerte misteriosa se llama; queréis muerte por transformación física, que se era de un cuerpo y después se es de otro y el cuerpo que se tuvo ya murió; la humanidad —dice el Padre Jehova—, pidió muerte por putrefacción, porque no sabía lo que era podrirse; los espíritus le dicen Padre Eterno: ¿Qué es no verte a Ti en el lejano planeta Tierra?, desconocemos esa sensación; entonces el Eterno desaparece de la presencia de los espíritus pensantes y los espíritus empiezan a buscarlo, y se vuelve a aparecer; ves hijo —le dice— esto es no verme; la humanidad pidió no ver a Dios en un instante llamado vida, porque desconocía tal sensación.
Hna. Y qué determina los años de vida, osea que uno ya viene con la idea hecha de vida.
Alfa y Omega: Sí, porque cuando se da vida, se da vida con conocimiento de causa, molécula por molécula; el Eterno cuando da vida, le proyecta la vida a uno en la Televisión Solar, que en el Evangelio está como el Libro de la Vida; en la Televisión Solar uno ve las escenas de a una por una.
Hna. De todo lo que uno va a vivir.
Alfa y Omega: Porque nada es imposible para Dios.
Hna. Osea que uno ya sabe lo que va a vivir inconscientemente…
Alfa y Omega: Sí, los espíritus le dicen Padre Eterno: ¿Qué es el olvido del pasado?, desconocemos esa sensación; el olvido del pasado —dice el Padre—, es no recordar esto, y le muestra el Macrocosmos llamado Reino de los Cielos; el olvido del pasado fue pedido por la humanidad, como sensación que no conocía; en otras palabras, el Eterno jamás obliga a venir a las vidas, Él es tan infinito, que a Él se le pide y Él concede, y se acabó la historia; dice el Padre: Obligar es complejo de poder, es como quien dijera se ve obligado a obligar y Él no tiene complejo, es infinito; dice el Padre: En el Reino de los Cielos el que quiere vida, la pide y se acabó; Él jamás impone a nadie nada, jamás he impuesto a nadie en el cosmos nada; a Él, de infinitos puntos de las galaxias, multitudes que oscurecen los soles, acuden a pedirle formas de vida que no conocen y Él concede.
Hna. Osea que Él es infinito.
Alfa y Omega: Si.
Hna. … El mundo es en si infinito.
Alfa y Omega: Tal como se enseñó.
Hno. Una pregunta y cuál es la posición —digamos— de los fetos que se pierden.
Alfa y Omega: Ah, esas son pruebas morales para los padres y pruebas físicas para los niños; ante el Eterno se pide lo más absurdo, se pide lo más ridículo, se pide lo más grandioso, se pide lo desconocido y lo conocido, muchas veces; se pide todo lo imaginable y se concede; los espíritus le piden venir a la vida y estar en un instante y partir, porque desconocen lo que es vivir un instante y se concede.
Hna (ininteligible).
Alfa y Omega: No, eh… se refiere aquí el Padre a la Tierra, han vivido en otros planetas pero no en la Tierra; entonces, el principio de nosotros es microscópico, todos fuimos microbios, por eso que se escribió: Hay que ser humilde —microbio—, para ser grande en el Reino de los Cielos —planeta—; lo colosal fue microbio y lo microbio es colosal, hasta el Reino de los Cielos fueron microbios; el punto de partida de todo lo que existe fue el microbio, nadie nace gigantesco, es el principio de la humildad enseñada en las Escrituras de Dios.
Hno. Cuál es la sensación sobre dos personas, una que obra bien en su vida física en la Tierra y otra que obra mal… no sé si me dejo comprender, por decir dos personas, conozco casos que eh… Juan vive en una forma totalmente equivocada, llena de arbitrariedades, de abusos… y cuál es la otra razón de la persona —digamos— conciente, humilde y que es perfecto ejemplo de vida. Por qué se permiten digamos tantos casos tan marcados.
Alfa y Omega: La razón es muy sencilla, como todos piden libre albedrío a Dios, —porque no lo conocen—, el punto de partida —dice el Padre—, fue el mismo, pero cuando las criaturas al pedir reencarnaciones, piden libres albedríos para las existencias respectivas, ahí (ininteligible) se van alejando unos de otros, unos avanzan más otros avanzan menos; el libre albedrío cuando se pide a Dios es así, en la multitud de seres, nunca marchan juntos; entonces, el malo es por lo general el espíritu atrasado que ha vivido mucho y ha perdido el tiempo.
Hno. Pero, con facultad de arrepentirse.
Alfa y Omega: Es indudable, porque pidió las sensaciones.
Hna. Puede morirse y volver a pedir otra cosa.
Alfa y Omega: Sí, eh… lo de Dios no tiene límite, ahora de las ideas que genera uno en la vida, de a una por una, el Creador le saca el futuro cuerpo a uno; todo sale de uno, en el Reino del Padre no se regala ni una molécula, es por eso que le dijo a la humanidad: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente; se refería no sólo a la existencia, para subsistir con su propio trabajo, se refería a la eternidad misma.
Hno. La bondad o maldad de una persona en la Tierra —entonces—, es producto de cómo hayan vivido los antecesores.
Hna. No, de lo que tú pediste.
Alfa y Omega: No, no es que aquí hay una cosa; como dice él, exactamente, el hombre malo, tiene influencia de maldad de otras existencias, porque resulta hermana, que las inclinaciones de un espíritu muchas veces cuesta sacárselas, con una existencia no se limpia, la tendencia sigue.
Hna. Pero hay otros que pecaron por ignorancia.
Alfa y Omega: Exactamente, según el libre albedrío que pidió, porque los libres albedríos en el universo no son los mismos, nada tiene límite en Dios; el hombre conoce su libre albedrío humano en el planeta, con sus variedades que tiene y sus características, pero no es el único, en el espacio hay infinitos libres albedríos desconocidos para el hombre, otras psicologías; siempre cuando se habla del Eterno, siempre hay que apartar de la mente el límite, en lo que sea; porque dice el Padre: los que me pusieron límite -hijo-, tienen Juicio de parte del límite, el límite habla delante de Dios en sus leyes de límite, como el espíritu habla en sus leyes de espíritu; en los Juicios de Dios, todo habla; y eso es lo que hace que el Juicio, haga llorar a la humanidad, que estaba anunciado como el llorar y crujir de dientes; entonces, el Juicio que viene es idea por idea, a partir de los doce años de edad, los niños no tienen Juicio.
Hna. Osea a partir de los 12 recién entran en el Juicio.
Alfa y Omega: Cuando empiezan las sensaciones entre el bien y el mal.
Alfa y Omega: Los niños, como fue escrito, son bienaventurados, ellos tienen ganado el Reino, no tienen Juicio; la inocencia no tiene Juicio, son los únicos
Hno. ¿Los niños también no tienen un espíritu?
Alfa y Omega: Sí.
Hno. ¿No tienen un espíritu con vidas anteriores?
Alfa y Omega: Sí, pero aquí hay una cosa, en virtud del libre albedrío, los niños no pidieron Juicio hasta los doce años de edad; y hablando de los adultos, en virtud del libre albedrío también, millones pidieron Juicio en la Tierra y millones fuera de la Tierra; porque si lo de arriba es igual a lo de abajo, el Juicio de aquí es arriba, a donde vaya el espíritu en el cosmos, le leen la mente telepáticamente, le leen todas las encarnaciones que ha tenido y le leen los Juicios pendientes en un lejano planeta llamado Tierra; a donde vaya el espíritu encuentra su Juicio; entonces, los que le sorprende el Juicio, es que pidieron el Juicio aquí, los que no están, no lo pidieron; pero dice el Padre: hijo, en el Juicio los vivos envidiarán a los muertos; está en la parábola del llorar y crujir de dientes.
Hna.. Y por qué … (ininteligible)
Alfa y Omega: Porque el Juicio… la ira del Hijo de Dios va a ser terrible, cuando vea lo que hicieron los hombres; vamos por partes, la ira de Él es inmensa cuando vea el planeta llena de naciones, y yo escucho lo siguiente: —le dice a los grandes dirigentes del mundo a la bestia que se llama—: no se os enseñó demonios que sólo satanás dividía, por qué dividisteis a los hijos de mi Padre, fronteras, naciones, eso nadie lo pidió; nada que recordara al demonio que le había dividido a sus Ángeles, nada se pidió a Dios, nadie pidió dividir a nadie; la división —dice el Padre Jehova—, habla delante de Dios en sus leyes de división, y la división es insolente con Dios, la división le dice: en otra oportunidad te los dividiré más, te los confundiré más, es demoníaca la división, nadie pidió la división para este planeta en la prueba de la vida; igual le dice a los religiosos, porque dice lo siguiente el Padre: Los hombres —hijo— para interpretar a lo de Dios, crearon una forma de fe llamada religión, pudo haber sido otra hijo, —dice— cualquiera, porque libre albedrío tenían de escoger, de escoger bien, pero esta extraña división —hijo— de mis hijos, llamada religión, me dividió a mis hijos habiendo un solo Dios nomás; esta extraña división la pagan los llamados religiosos, segundo por segundo.
Hna.. Y ahora mismo aparecieron en la correspondencia, los mormones…
Alfa y Omega: La prueba de ellos, como individuos, consistía en no dividir, en ellos se cumple la parábola que dice: Criticaban la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio; ellos, al defender la psicología religiosa, perpetuaban la división siglo por siglo y no se daban cuenta.
Hno. Según usted, la fe en la población, día a día, es mucho más profunda o es mucho más lejana.
Alfa y Omega: Es fe circunstancial nomás, porque para hablar de fe profunda hay que hablar con conocimiento de causa de las Escrituras de Dios, y son contados con los dedos en el mundo, los que son profundos; la mayoría está ilusionada con un efímero presente y había que cuidarse de la división, porque la división aleja de las Escrituras de Dios; en vez de hacerlo profundo a la criatura, lo hace mundano, apegado a lo del mundo; porque en el Juicio habrán dos categorías de humanidades dentro de la misma: los que fueron espiritualistas en la vida, los que se preocuparon del Eterno, y los que fueron mundanos; mundanos —dice el Padre Jehova—, son aquellos que fueron mayormente influenciados por el oro, los más ilusionados, los mundanos.
Hno. ¿Quiere decir que el hombre rico no puede tener una fe profunda?
Alfa y Omega: Sí, pero el hombre rico —dice el Padre—, puede ser muy caritativo, pero no siente la verdadera humildad que siente el humilde, el pobre, el pueblo, hay muchas clases de fe, muchas clases de humildad, muchas clases de sensaciones; la humildad que tiene pruebas y dificultades; vale más en premio, porque tenía dificultades que vencer, la humildad salida de la comodidad tiene menos premio.
Hno. Cuanto más se sufre acá, ¿quiere decir que uno esta más a favor de Dios?
Alfa y Omega: Eh… indudable, según como llevó las pruebas; entonces dice el Padre: mientras más sufrida fue una prueba, una vida, mayor es el premio; mientras más cómoda fue una vida, menor es el premio; todo es en proporción a la Luz.
Hno. Pero, yo creo que uno no escoge el sufrir más o sufrir menos, es algo que la propia vida…
Alfa y Omega: Se lo voy ha explicar; en este planeta —dice el Padre—, se creó un extraño sistema de vida, que en sus leyes incluyó la desigualdad, esto no lo niega nadie, está incluida; los hombres —dice el Padre—, jamás hicieron experimento con la igualdad, teniendo oportunidad de hacerlo por siglos, pero el amor no les llegaba tanto; más pudo el egoísmo en lo material, la ilusión de la vida pudo más; entonces, todo hombre —dice el Padre— que luchó contra esta extraña desigualdad —extraño se llama a lo que no está escrito en el Reino— (ininteligible); todo hombre que luchó contra la extraña desigualdad, no escrita en el Reino del Padre, tiene un puntaje enorme de puntos de Luz ganado, se llama puntaje colectivo; Él dice lo siguiente: los llamados revolucionarios surgidos durante la prueba de la vida, son profetas en el Reino de los Cielos, que pidieron al Eterno hacer cambiar extraños sistemas de vida, que no le hacían cumplir sus leyes.
Hno. Eh… yo quiero que me explique lo siguiente: yo considero de que uno llega aquí a la Tierra para ser feliz, ¿estamos?
Alfa y Omega: Sí, esa es la meta de todo espíritu cuando pide vida.
Hno. Pero, para ser feliz.
Alfa y Omega: Sí, incluyendo al Eterno.
Hno. Incluyendo al Eterno.
Alfa y Omega: Ya.
Hno. ¿No es cierto?, el momento que uno llega, que uno lo cría, uno se desarrolla, eh… uno se casa y uno tiene su familia, y tiene una lucha constante en todas esas etapas de la vida, ¿estamos?; esa lucha constante es esfuerzo, sacrificio, trabajo, dinero, ¿no?; entonces, ¿por qué se equivoca el pensamiento de riqueza?
Alfa y Omega: ¡Ah!, ahí esta justamente, porque dice el Padre: el Eterno…
Hno. Yo puedo ser inmensamente rico, y puedo a la vez participar y entregarme —digamos— de una forma, total a Dios.
Alfa y Omega: Escuche lo que dice el Padre sobre eso: el Eterno nada tiene contra la riqueza en contra de los ricos, siempre que no le violen su Ley; pero resulta que esta riqueza —dice el Padre— que conoció el mundo en la prueba de la vida, que ya llega a su fin; porque este sistema —dice el Padre—, no alcanza a llegar al año dos mil, eh… fue hijo —dice— a costillas de millones de necesidades de otros seres… hubo un desequilibrio en la abundancia planetaria; entonces, este desequilibrio se paga en el Juicio, molécula por molécula, es por eso que está escrito el término: Llorar y crujir de dientes en el Evangelio (ininteligible) entonces dice el Padre: el Juicio principia por los más poderosos, por los más influyentes de un extraño sistema de vida no escrito en el Reino de Dios, principia por los religiosos, principia por los que le dividieron a sus hijos; y Él dice lo siguiente: las llamadas religiones —hijo—, no se conocen en el Reino de los Cielos; ni ninguna filosofía que le divida a sus hijos en los lejanos planetas. Yo veo las escenas de los religiosos… una cosa que da lástima, en lo que viene, van a ser perseguidos, porque por culpa de los llamados religiosos y por culpa —dice el Padre— de los llamados capitalistas es que dividieron a sus hijos en ricos y pobres; y los religiosos lo dividieron en muchas creencias, ningún ser humano entra al Reino de los Cielos, ni ninguno ha entrado; al Reino de Dios se entra con la misma inocencia con que se salió; pero resulta que este sistema de vida, no conservó la inocencia de los seres; porque dice el Padre: a medida que el Eterno manda espíritus nuevos para renovar las generaciones de encarnados ¿qué pasa hijo?, se están desarrollando como niños y empiezan a ver cosas que ellos en su libre albedrío de espíritus no pidieron a Dios, sus ojos ven escándalo que no pidieron, ven los vicios, escuchan groserías que no pidieron, y todo lo prometido a Dios va cayendo en una extraña ilusión, se desvirtúa la criatura hijo —dice—, esta vida salió del libre albedrío humano, porque ellos le pidieron un libre albedrío humano y por el mismo libre albedrío humano juzga; de que el mundo está corrompido según las leyes, eso no hay vuelta que darle, porque no tiene nada de moral ya (ininteligible) no es como antes, antes —dice el Padre— siquiera había algo de moral en otras épocas, hijo —dice—; a medida que fue aumentando la ilusión de la vida, a través de los siglos, se fue rebajando en jerarquía la moral, fue el hombre gradualmente mostrando su cuerpo de a poquitos; más, más, más, hasta llegar al desnudo; ese rebajamiento de la moral gradualmente se paga también por segundos; la ultima generación paga mucho puntaje de tinieblas por inmoralidad, más que los otros; porque dice el Padre: el Juicio —hijo— es por sensación que uno vivió en la vida; el que fue alegre en la vida, tendrá Juicio alegre, el que fue egoísta en la vida, encontrará para él un Juicio egoísta; el que en la vida no dio oportunidad a nadie, que fue severo con todos, a él también no se le perdonará ni una molécula; sensación por sensación, y esto es lo más justo que existe aunque sea doloroso.
Hno. Una pregunta, a quiénes se refería… a que los que estén con vida, aquí en la Tierra, al Juicio Final ¿no?, ¿son los que más van a sufrir?
Alfa y Omega: No, según sus obras, porque aquí el sufrimiento es en proporción a la obra, y la obra es idea por idea, de a una por una, a partir de los doce años de edad; entonces, en el Juicio surge la Televisión Solar, una televisión que el Hijo de Dios, el Primogénito Solar, hace salir de la atmósfera; nosotros tenemos alrededor del cuerpo, -dice el Padre- un áurea que tiene 318 colores.
Hna.. ¿Todos?
Alfa y Omega: Todos.
Hno. ¿Cómo se ve ese áurea?
Alfa y Omega: Esa áurea…
Hno. ¿Todos tenemos la facultad de apreciarla?
Alfa y Omega: No, porque los pedidos no fueron iguales, unos pidieron verla, otros no verla; el que no ve, no pidió ver; pero resulta que el que pidió ver envidiará al que pidió no ver; esto se llama pedir poderes a Dios…