Conversaciones Telepáticas Del Primogénito.
Escuchar La voz del divino enviado lado A
Alfa y Omega: (ininteligible) crean o no crean yo hablo con el Padre; yo vivo igual la maravillosa experiencia; igual; incluso a uno le dije —uno que siempre me polemizaba—, yo le dije: Perdóneme hermano, pero yo no tengo tiempo de atenderlo —le dije—, ¿no se mandó que primero estaba lo de Dios?; mi tiempo está dedicado al dictado que me dicta el Padre; y ahí quedó el que trataba de buscarme discusión; que no hay tiempo para atenderlo; con este trabajo no hay tiempo; así que a mí me hacen mella los burlescos, porque en el mundo hay de todo, pero las pagan delante de Dios; me hacen mella, no me hacen daño.
Hermano: Dígame hermano, ¿y qué opinión tiene usted del papa?
Alfa y Omega: El papa, dice el Padre, es una extraña forma de fe faraónica, por eso es que tiene tronos, anillos y esto… porque su Hijo no usaba eso, los apóstoles tampoco… a ningún apóstol… le llamaron papa, a nadie.
Hermano: Es que en esa época —digamos—, no conocían… el oro, la joya…
Alfa y Omega: Justamente, el papa —dice el Padre—, es producto de un sistema de vida materialista, porque es una manera extraña de enseñar la humildad mediante el lujo; eso se juzga en el Juicio; la sencillez, lo natural, se queja contra los espíritus que fueron papas porque la despreciaron; el espíritu pidió la sencillez ante Dios, pidió la ley natural, no pidió lo artificial; lo artificial divide el fruto, porque lo artificial es efímero, lo natural es eterno; y dice el Padre: es más fácil que entre al Reino de Dios, uno que practicó las leyes sencillas de las leyes naturales, a uno que practicó lo artificial; lo artificial es efímero, lo artificial dura mientras dura el sistema de vida, lo natural va de planeta en planeta; y ellos están en el error de lo artificial; porque dice el Padre: ni el mismo papa como espíritu, pidió la vestimenta, pidió el trono; no lo pidió; pidió leyes naturales, pidió la sencillez; se olvidó de la prueba de la vida, cayó; lo mismo dice el Padre, de los llamados reyes de la Tierra; la prueba de los espíritus reyes y de la llamada nobleza que surgió en el mundo del oro, consistía en rechazar ser rey y ser humilde, porque no se puede servir a dos señores; ningún llamado rey, ningún noble —como se llamaron—, entra al Reino de los Cielos; la prueba de la vida consistía en no serlo; porque todos sabían que sólo existe un Rey de reyes: el Eterno, que da y quita la vida, y no hay más; los reyes, dice el Padre, es la máxima expresión de la soberbia y el orgullo, y la vanidad; es más fácil que entre un sencillo y humilde de corazón, a que entre un rey al Reino de Dios.
Hermano: Hermano, a esto… no es… ninguna religión ¿no es cierto?, ¿cómo se le podría llamar?: ¿una secta?
Alfa y Omega: ¿Cuál?
Hermano: A la que pertenecen
Alfa y Omega: ¿Quién?
Hermano: Ustedes
Alfa y Omega: Yo no pertenezco a nada, soy solo; esto se llama Revelación.
Hermano: No, está bien, pero usted… los hermanos…
Hermana: No, el hermano no pertenece a nuestro grupo, él es muy… él solamente trata de la Revelación, nada más.
Alfa y Omega: Yo sigo instrucciones del Padre, y prueba a todos los que salen a mi camino, los prueba; siempre será así y se extiende igual; la Revelación, dice el Padre transforma.
Hermano: No, pero cuando se reúnen en grupo, ahí…
Hermana: No, pero él no está ahí…
Hermano: ¡Ah, no está ahí!
Hermana: No está, compadre Cirilo… no, no está; nosotros tenemos…
Hermano: No, como le veo ahí el distintivo; lo veo también a… usar a Jorge…
Hermana: Claro… nosotros… llevamos porque él nos ha indicado que eso es… también, parte del Evangelio ¿no?
Hermano: Entonces, ya pertenece pues ¿no?
Hermana: Sí, claro… ¡noo!
Alfa y Omega: No, aquí hay una cosa.
Hermana: No, pero nosotros pertenecemos a su… como se llama… a sus ideales; porque el Corderito, la Cruz, está en el Evangelio… ya; entonces usted nos explicó, que también por llevar eso teníamos puntos ganados.
Alfa y Omega: Puntaje de símbolo del Evangelio se llama; el Padre dice: es más fácil que quede en la Tierra símbolos del Evangelio, a que queden símbolos que no son del Evangelio; los talismanes, las figuras, cuanto hay; había que saber elegir los símbolos en la vida, el que le dio preferencia a lo de Dios, tiene puntaje de preferencia a lo de Dios; el que prefirió a lo de los hombres, tiene puntaje de los hombres, pero eso es microscópico, chiquito. Yo asisto a esto porque el Padre me ordena, pero no en el sentido de formar grupos; esto se extiende por libros y se traduce a todos los idiomas por libros; el conocimiento…
Hermano: Osea que el Padre le ha ordenado que venga acá, a este grupo.
Alfa y Omega: Me ordenó venir a la casa, acá.
Hermano: Ya.
Alfa y Omega: Pero no pensando en grupo, porque aquí el Padre no obliga a nadie, aquí el que creyó, creyó; tenían toda la vida para comprender a Dios por el Evangelio; la Revelación no viene a imponer como hacen los hombres con sus formas de fe.
Hermano: Pero acá, los hombres -digamos-, eh… perteneciendo a una religión, tanto a una como a otra, todos creen en Dios.
Alfa y Omega: Sí, pero son hombres que esperan Juicio de parte de Dios; la sorpresa es ahora: ¿Cómo aparece el Juicio?
Hermano: Como le digo, todos creen en Dios ¿no?
Alfa y Omega: Sí, entonces aquí está ocurriendo un fenómeno que usted aún no lo profundiza, no capta; hay otros que captan más que otros, porque en el mundo hay de todo, hay niveles; lo que se le escapa a uno, no se le escapa al otro, y lo que se le escapó a ese que era avanzado, no se le escapó al otro que era más avanzado; por ejemplo: si una persona se cerciora esto y fuera profundo, la persona dice: vaya, vaya, una cosa que no tiene límites, claro que invade todo, porque no tiene límites… profundamente; y así como le hace poder el Padre explicar las cosas, le puede dar también otros poderes porque es infinito; vaya, vaya, ¿Va comprendiendo?; y el profundo tiene que sacar consecuencias; esto trae una revolución entonces; esto va a las ideas mentales de todos… hay seres que analizan las cosas por encima nomás.
Hermano: No, pero en realidad… claro, habría que analizar ¿no?, pero ya en el momento que usted dice que es infinito…
Alfa y Omega: Que ni yo sé dónde termina esto.
Hermano: Porque prácticamente ahí, usted corta la conversación —digamos ¿no?—; es como si yo le preguntara a un padre, a un sacerdote, una cosa que no me puede responder; me dice: bueno, es un misterio.
Alfa y Omega: Sí, pero el padre, ahí en ese caso no lo demuestra, aquí se demuestra; el Padre explica en su infinito, el origen de todos los elementos sin excepción; ¿comprende por qué no tiene límites?; empieza a explicar el origen de los océanos, el origen de la molécula, el origen de la vida humana, el origen de los vientos, las aguas, el sol, la gravedad, el planeta; el origen de las virtudes, las pasiones, las sensaciones, el cabello, la respiración… todo; y después de que termina con el planeta, pasa a otros, no tiene límites.
Hermano: Bueno todo esto vino a raíz del Corderito, en que lo veo también puesto ahí, a mi ahijado y a Pépe.
Alfa y Omega: Ellos se lo colocaron, por determinación de ellos.
Hermano: Ya, pero osea quiere decir que los padres, desde chico ya le están inculcando a ésta, a ésta… me dice usted que no es religión, ¿Cómo, cómo lo podría llamar?
Alfa y Omega: Revelación.
Hermano: Sí, pero le están inculcando desde chico.
Alfa y Omega: Sí, pero hay una cosa, que las formas de fe nunca debieron ser impuestas.
Hermano: No deben ser impuestas.
Alfa y Omega: Porque libre albedrío tiene el conocimiento delante de Dios, como tiene el espíritu; los que impusieron formas de fe, tienen Juicio de parte de Dios; las llamadas religiones tienen juicio, ellas hasta persiguieron y mataron por imponer la fe… inquisición.
Hermano: Casualmente, eso es lo que yo decía.
Alfa y Omega: Eso se paga ante, ante Dios en el Juicio, se paga por moléculas; toda molécula de carne asesinada -que son trillones-, se paga de una por una; una molécula tiene un libre albedrío diferente de la otra molécula, como lo tiene uno; ese es el Juicio por sobre todas las cosas.
Hermano: A eso vino mi pregunta anterior, de que a uno lo bautizaban de chico ¿no?, y lo obligaban a seguir una religión; él crecía, se daba cuenta y rechazaba esa religión que había escogido de chico.
Alfa y Omega: Justamente, usted tocó un tema que se llama: El llorar y crujir de dientes de las familias en la prueba de la vida; porque dice el Padre: y llega un momento hijo, en que los hijos maldecirán a sus padres, y los padres a sus padres, porque todos los errores de los padres se lo transmitieron a los hijos; por lo general el padre no se sabía todo el Evangelio —primer error—, él no sabía nada; no sabía así y así, escuchó de lejano nomás, era una fe sin ilustración; los padres trasmitieron la ignorancia a los hijos, y los hijos cuando se casan y tienen familia, le transmiten lo mismo: la herencia; esa herencia, en el Juicio de Dios no recibe puntaje, porque está totalmente dividida.
Hermano: Osea lo que está haciendo acá, en este caso Antonio… ¿Está bien o está mal?
Alfa y Omega: Está bien, porque él está juntando puntaje como individuo.
Hermano: No, ¿pero está bien?
Alfa y Omega: La búsqueda individual, esa no divide a nadie; si usted busca por su cuenta, tiene puntaje de búsqueda completito, segundo por segundo, letra por letra; eso va para todos.
Hermano: El puntaje sería en mayores y no en menores.
Alfa y Omega: Depende, depende del tiempo que le dedique la criatura; a mayor tiempo, mayor puntaje, porque mayor número de segundos…
Hermano: Hermano, y si la criatura nace y renuncia.
Alfa y Omega: Eso ya es determinación de la criatura.
Hermano: De la criatura, claro.
Alfa y Omega: Porque sucede que… y esto usted sabe y todo el mundo lo sabe en su mayoría: cuando la criatura va creciendo y va conociendo la vida, se va dando cuenta que sus padres le enseñaron muchos errores, muchas verdades y muchos errores; muchos dicen: ¿Por qué mi padre no me enseñó todo el Evangelio?, porque dice que lo de Dios está por sobre todas las cosas; ¡vaya que tremenda oportunidad!, ¿por qué no lo haría?; yo soy ignorante porque mi padre me enseñó esta forma de fe, pero nunca me dijo: hijo, apréndete el Evangelio de memoria mientras vivas… ¡nunca!; sabiendo que lo de Dios estaba por sobre todas las cosas. Dice el Padre: más vale decirle a los hijos las cosas como son; y si el hijo ahora, no hace caso, en el Juicio el padre se lava las manos; pero el padre que no le dijo nada de lo de Dios… ¡Ayayay!; porque hay hijos que se les dice y no entienden, pero se les dice; pero la mayoría no, no aconsejaron a los hijos lo que tenían que hacer en la vida; lindo es escuchar a un padre que le diga a su hijo: —hijo, mientras vivas, léete el Evangelio de Dios mientras vivas, y no lo abandones jamás; porque lo de Él está primero—; ¡Qué sencillo y qué consejo!
Hermano: Pero ese Evangelio también le puede decir, uno de la religión cristiana.
Alfa y Omega: Precisamente, si los padres no supieron escoger el camino de la fe verdadera, no buscaron con profundidad, le transmitieron al hijo lo imperfecto; entonces ¿qué pasó?, que a través de los siglos se fue transmitiendo una forma de fe, que se consideró legalizada, legal, en circunstancia —dice el Padre Jehova— que nunca lo fue; por eso se escribió: Ciegos guías de ciegos; esto va para los padres de familia y para los religiosos, todos los errores de ellos mismos, se lo transmitieron a los hijos de generación en generación; eso se llama… significa: ciegos guías de ciegos… no veían.
Hermano: Pero los Evangelios, son únicos.
Alfa y Omega: Son únicos, el Evangelio —dice el Padre—, había que traducirlo en forma individual, porque de eso se rinde cuenta a Dios; el individuo, la criatura, el espíritu y el Eterno; aquí no hay defensa… de que la iglesia, de que el curita… ¡no!; la obra es —dice el Padre—, de uno por uno, de lo que hizo uno mentalmente idea por idea; entonces cada uno es juzgado según la interpretación que le dio al Evangelio, según su entendimiento; el que leyó el Evangelio en la vida —dice el Padre— mil veces, cada letra del Evangelio se multiplica por mil; el que lo leyó una vez, una vez nomás, un punto; si lo leyó cincuenta mil veces, se multiplica cincuenta mil veces; porque la letra habla delante de Dios en sus leyes de letra, y la letra defiende al espíritu que se interesó por ella, como filosofía de letra; y la letra aboga ante el Creador defendiendo al espíritu; todo habla delante de Dios en el Juicio, porque nada es imposible para Dios.
Hermana: Hermano, yo digamos, tengo una Biblia, y cuando estaba en el hospital, me dediqué a leer la Biblia ya, pero anteriormente había leído; pero en esta vez encontré —digamos—, de que había muchas venganzas, muchas matanzas, ya; inclusive hasta Dios decía que guiaba a su pueblo ¿no?… de Israel y todo eso; pero no me gustó eso de venganza, ¿por qué es eso?
Alfa y Omega: Yo en denantes le dije, que a Dios se pide lo más absurdo, lo más ridículo, lo más hermoso, lo increíble, lo misterioso… bueno, todo lo imaginable se pide a Dios; los espíritus le dicen al Creador: Padre Eterno, quisiéramos que Tú nos trates con mano dura si nosotros llegásemos a violar la Ley; ¿qué grado de dureza queréis hijos?; —le dice el Eterno—; bien duro, —no falta el espíritu que le dice ahí: ¡Mátanos Padre!—; pero eso va contra los Mandamientos hijo; pero es que nosotros no conocemos la sensación de tu mano pues; y empieza una polémica, si se quiere el término de tira y afloja. Los espíritus en virtud de su libre albedrío espiritual, insisten ante Dios de lo que no conocen; insistir ante Dios es un derecho; los espíritus están eternidades insistiendo. Dice el Padre: nacen los planetas, se desarrollan los planetas, perecen los planetas por ley física, y el espíritu sigue al Padre Eterno insistiendo; insistiendo, insistiendo y Él no se aburre; insisten tanto los espíritus que Él le dice: ya, así sea hijo, escrito sea; y los Padres Solares con rayos magnéticos todo lo escriben… se llaman virtudes de los Reinos (ininteligible) esas matanzas la pidieron los espíritus al Eterno, porque Él nada impone; son dolorosas hijo, dice Él, muy dolorosas, pero lo pidieron; si el Padre no concede eso, en el cosmos empiezan los comentarios, en las galaxias, en los planetas: oye, el Eterno tiene una debilidad, tiene un límite, fíjate que no concedió eso, no pudo; por eternidades no concede eso… no puede; y Él le demuestra que puede.
Hermano: Hermano, usted dice que los espíritus lo pidieron, y en varias oportunidades también lo he escuchado; dice que pidieron a Él, ¿cómo se comprueba eso?
Alfa y Omega: ¿De qué?
Hermano: Ese, ese pedido.
Alfa y Omega: Muy sencillo, desde el momento en que hay un Juicio pendiente, hay una causa; dice el Padre: no hay Juicio sin causa; aquí en la Tierra igual, cuando hay Juicio es porque hay una causa, lo de arriba es igual a lo de abajo; nosotros tenemos Juicio porque pedimos como causa la vida, de lo contrario no habría Juicio porque no habría causa; y note, el Juicio le fue dado por siglos al hombre; se viene transmitiendo en la Escritura en todos los idiomas por siglos, y el hombre nunca cayó en la cuenta, ni meditó de que si el Creador le dio Juicio siglos atrás, es porque el hombre iba a caer pues; los hombres hubieran dicho: ¡Uy, hay un Juicio de parte del Creador, nosotros vamos a caer!; no se preguntaron de la maravillosa oportunidad de haberle adelantado el Juicio; se imagina usted hermano, que el Eterno, en vez de adelantarle el Juicio por siglos, no le dijera nada y que en un instante le dijera: ¡Juicio!, los pilla a todos… sorpresa; muchos dirían: ¡oye, pero si no avisó, es malo, no avisó nada, nos pidió así a la mala!; cuántos términos emplea el hombre; y el Juicio se le viene avisando por siglos, transmitiéndose de generación en generación, mayor aviso no puede existir; esta es la advertencia más grande de la Palabra viviente salida de Dios: Juicio; el hombre —dice el Padre—, tuvo oportunidad, si hubiese sido más profundo en lo de Él, de eliminar el Juicio, tuvo siglos; —si nos puso un Juicio para el futuro, es que nosotros vamos a violar su ley y vamos a caer; vamos a evitar esto, cambiemos de psicología, saquemos esas leyes para no tener el Juicio—; pero más pudo el egoísmo que la Luz. De que tuvieron tiempo; ¡vaya que tuvieron tiempo!
Hermano: Este, hasta ahora yo le venía escuchando, de que cada ejemplo que nos pone de equivocación de la religión, siempre los mete a los sacerdotes de la iglesia Cristiana ¿no?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: Eh… ¿Por qué? … hay algo personal contra ellos, o es que las otras religiones están de acuerdo a lo que debe ser.
Alfa y Omega: No, aquí no hay nada personal; hay una cosa muy sencilla: la Iglesia Católica, como psicología religiosa es la más antigua; entonces el Padre —como es la más antigua, la primera que lanzó la primera piedra de división—, la pone primera en la Revelación; las demás también tienen influencia religiosa pero son más recientes, son últimas; cuando salió la Iglesia Católica, a través del tiempo empezaron a salir las otras divisiones… las otras iglesias, divisiones; entonces la católica, está primera en antigüedad.
Hermano: Eh perdón, es decir la primera de acuerdo al Nuevo Testamento ¿no?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: Anteriormente creo que tenían la sinagoga ¿no?, y otras cosas ¿no?
Alfa y Omega: Sí, se fue complementando, pero es la más antigua.
Hermano: Claro y es lógico, y tiene que servir como ejemplo para…
Alfa y Omega: Porque dice el Padre: si la iglesia antigua —la católica—, no hubiese errado el camino, no hubiese violado la ley, no surgen más religiones.
Hermano: Eh… ¿Cuál es el error?
Alfa y Omega: Las religiones surgieron como un desengaño mental de la criatura; —falló la primera, saquemos otra cosa, está equivocada; mira, el Evangelio dice así y mira lo que hacen—, se desengañan.
Hermana: Pero… los sacerdotes recomiendan —digamos—, ellos son los primeros en decir que lean la Biblia, que se enteren por sí mismos.
Alfa y Omega: ¡Ahora, ahora!
Hermana: Ahora hermana… recién ahora.
Alfa y Omega: Por siglos la prohibieron, eso se paga ante Dios; porque eso se llama provocar atraso intelectual en las criaturas de Dios.
Hermana: Osea, ese ha sido el error de ellos.
Hermana: Claro.
Alfa y Omega: Si nadie es absoluto en sus formas de fe, todos tienen libre albedrío ante Dios.
Hermano: Claro, es lógico ¿no?, ¿pero es justo de que los actuales paguen por lo que hicieron los anteriores?
Alfa y Omega: ¡Ah, qué pregunta!; dice el Padre: si fue escrito que cada uno es juzgado por sus obras, el Juicio es por la actuación de cada individuo en la vida; la intención de cada uno, eso se juzga.
Hermana: Se debería de juzgar a los antiguos, no a los actuales.
Alfa y Omega: Los antiguos tienen Juicio de antiguo, los contemporáneos Juicio de contemporáneos; cada uno en lo que hizo mientras vivía, acto por acto, idea por idea, así que nadie puede echarle la culpa al otro.
Hermana: Eso digo yo; ahora por ejemplo, los sacerdotes recomiendan… es decir, son los que eh… inclusive hasta reparten las Biblias; dicen: lean ustedes, entérense por sí mismos.
Alfa y Omega: Porque ya están viendo…
Hermano: ¿Cómo sería este caso?
Alfa y Omega: Están viendo el juego perdido hermana —permítame la expresión—, ya se están dando cuenta ya, no ve que saben el contenido de las cartas de la Virgen de Fátima; pero dice el Padre: esos son gestos generosos hijo, de una ceguera del último instante, de los últimos tiempos… igual son juzgados; y el Hijo de Dios los trata con una dureza hermana, terrible; los mismos términos del pasado que están en el Evangelio, los términos como: generación de víboras, hipócritas… igual, exactamente igual; dice el Padre Jehova: son los mismos espíritus del pasado hijo, son los mismos fariseos que pidieron nueva existencia, para conocer nuevo avance en su evolución; los religiosos hijo, los espíritus religiosos, prometieron al Eterno no dividir a nadie como lo habían hecho en otros planetas, en otras humanidades; dejaron humanidades —dice el Padre—, llenas de confusión, con monumentos raros, extraños, confundiendo a mis hijos; volvieron hacerlo hijo, ya estarán hijo —dice el Padre Jehova—, en mi Divina presencia pidiendo otra oportunidad, porque las oportunidades que pide la criatura a Dios son infinitas; todo espíritu nace de nuevo; pide reencarnación de nuevo, vida nueva, para conocer experiencia nueva; esto se repite hijo en la eternidad, no es la primera vez que ocurre, dice el Padre.
Hermano: Osea que los llamados santos salidos de la Iglesia Católica, deben ser juzgados igual que sus antepasados.
Alfa y Omega: Sí; dice el Padre: en un planeta de prueba nunca debieron haber existido santos, porque es planeta de prueba, no es para santos; los mundos de los santos es otra cosa, son mundos angelicales; todo santo se avergüenza cuando la criatura vuelca su fe en ellos, sabiendo que Dios es único, se apenan y hasta lloran; el que creyó en santo en la prueba de la vida, dividió su puntaje de fe hacia Dios; el que creyó en Dios, nada más que en Dios, tiene puntaje de fe completo en Dios; había que saber escoger la fe, el Padre a nadie prohíbe.
Hermana: A Dios se adora y a los santos sólo se venera.
Alfa y Omega: Sí, a Dios se le adora con el trabajo hermana; el Eterno dice, nunca le agradó la adoración a Él en imágenes y templos materiales arrodillándose; porque mis criaturas hijo —dice—, no avanzan, por eso le escribió en el Evangelio: No adorarás imágenes ni semejanza, ni templo alguno, —le advirtió—
Hermano: Hermano, pero ahí el Señor tiene una imagen también.
Alfa y Omega: Una imagen.
Hermano: ¿No se debe adorar?
Alfa y Omega: Dice el Padre: una cosa es tener el recuerdo de un hecho, y otra cosa adorar la cosa; es diferente.
Hermano: Pero podría estar solamente como un símbolo nomás.
Hermano: Permítame; mire hermano, te voy a explicar ya: yo lo… tengo esta imagen, cuando hago mi oración, lo miro y mi mente va más allá, me acuerdo en aquellos momentos… dos mil años atrás cuando nuestro Señor, con amor, con bondad, con dulzura ofrendó su vida para salvación de nosotros —espérate, otra cosa; lo tengo porque está en el Evangelio ya— : la Cruz, Cristo, el mismo Corderito está en el Evangelio de Cristo, y lo tengo como recuerdo; como dice el hermano, no con una alcancía ahí al pie, para que ¿no?, yo les cobre un sol, cinco soles… a todos los que vienen a escuchar la palabra de Dios; no, absolutamente nada… ya; eso es todo hermano.
Hermano: Pero tus oraciones Antonio, pueden ser mentales también.
Hermano: También, en cualquier sitio, pero sólo que acá, especialmente subo, leo, busco, averiguo, consulto… y también mentalmente lo hago; pero lo cierto… es como un recuerdo, una fotografía; ahora, si tú quieres llevar esa imagen, lo bajo, lo hago polvo; pero lo llevo acá en mi mente también.
Hermano: Otra cosa hermano, que la verdadera adoración es mental.
Alfa y Omega: Sí.
Hermana: Entonces es la verdadera comunicación, y que siempre ha habido comunicación; antiguamente este… había comunicación con Dios, directa.
Hermano: Entonces, por qué dices: delante de una imagen.
Hermana: ¡Ah!, porque quiere.
Hermano: Yo quiero pues…
Hermana: Porque Dios está aquí, en todas partes…
Hermano: Yo puedo estar afuera, puedo ir allá y rezar ¿no es cierto?
Alfa y Omega: Está en todas partes.
Hermana: Claro, es igual aquí o en la esquina, o acá delante de mi Padre.
Hermano: Donde crea que uno esté, ahí está Dios.
Hermana: Dios es un espíritu, es infinito.
Hermana: Cuando ya uno, un poquito supera o conoce el por qué de las cosas ¿no?
Alfa y Omega: Justamente.
Hermana: Hay personas que necesitan una imagen para poderse concentrar.
Alfa y Omega: Necesitan un apoyo según su evolución.
Hna. Claro.
Alfa y Omega: Indudablemente que no va estar toda la vida con lo mismo.
Hermano: Hermano, usted mismo acaba de decir que Dios dijo: No adorarás imágenes.
Alfa y Omega: Exactamente, pero hay criaturas —dice el Padre—, que necesitan un apoyo porque no entienden de otra manera; pero lo escrito, escrito está pues; a esos seres les falta ilustración, indudablemente, ilustración.
Hermano: Osea, quiere decir que no se tienen confianza a sí mismos.
Alfa y Omega: Exactamente, y eso se debe a la poca evolución, porque llega un momento… (ininteligible) y esto es común en la Tierra, que la criatura se da cuenta de muchos errores de su pasado: —fíjate que yo antes hacía esto, y ahora me di cuenta del error y ya no lo hago ya; ¡qué vamos a hacer pues!—